top of page
Buscar
  • Foto del escritorAntonio

Los Pilares de la Tierra, de Ken Follett


Novela histórica, archiconocidísimo best seller y uno de los libros más leídos en España desde hace décadas, Los Pilares de la Tierra, escrita por el británico Ken Follett y publicada por primera vez en 1989, está ambientada en la Inglaterra medieval y es un tochazo más de mil páginas de ficción histórica de la buena.


La novela narra la construcción de una catedral gótica ficticia, la Catedral de Kingsbridge, durante el período de guerra civil en Inglaterra conocido como la Anarquía, en el siglo XII. Es importante poner aquí un poco de contexto histórico porque será fundamental para resumir una trama que mezcla personajes y hechos reales con ficticios.


A la muerte del rey Henry I en 1135, sin heredero (este había muerto previamente en el naugrafio del White Ship, frente a las costas de Normandía), surge una disputa por el trono entre Stephen, sobrino del rey fallecido, y Maud, hija del mismo rey y legítima heredera. En un principio, Stephen consigue ser coronado rey con el apoyo del obispo de Winchester, pero rápidamente surge un enfrentamiento abierto con los partidarios de la que será conocida como emperatriz Maud y de su hermanastro Robert de Gloucester, que se rebelan contra Stephen dando lugar al largo período de la Anarquía (de 1135 a 1153). Durante esta sangrienta guerra civil, toda la nobleza inglesa, alta y baja, así como las distintas facciones del clero toman partido por uno u otro contendiente, quedando el país completamente dividido y sumido en constantes batallas, con un par de cambios de reinado entre el rey Stephen y la emperatriz Maud. También hay que tener en cuenta que en esta época tanto Inglaterra como Normandía pertenecen al mismo reino, lo que tendrá su importancia en la novela.


Explicado ya un poco el contexto de fondo, vamos a la historia de la catedral. Aviso que, al ser una historia tan larga, con tantos giros y personajes, es imposible no hacer algunos spoiler y, aunque no profundizaré mucho en la trama ni desvelaré nada relacionado con el final, advertido queda que lo que sigue puede reventar algunas sorpresas del libro. Así que...


ALERTA SPOLIER


Podemos resumir la trama del libro a través de las diferentes historias que se entrelazan desde los tres estamentos que conforman la Inglaterra medieval: pueblo llano, nobleza y clero, en ese orden.


Primero, el pueblo llano. Todo comienza con Tom Builder, un maestro constructor que va con su familia de un lado a otro ganándose la vida con trabajos temporales, construyendo casas y palacetes, pero cuyo sueño es llegar a construir una catedral. Al principio de la historia Tom está construyendo una casa para William Hamleigh, un joven miembro de la más baja nobleza que aspira a ascender socialmente a través de su matrimonio con Aliena, la hija del conde de Shiring. Pero esta rechaza a William por cateto y presuntuoso; su padre, el conde, le dice a la chica que muy bien, que se case con quien quiera, y William entonces se enfada y despide de malos modos a Tom porque, total, la casa ya no va a hacer falta al no haber bodorrio.


Tom y su familia (su esposa embarazada Agnes y sus hijos Alfred y Martha) se lanzan, pues, a los caminos en pleno invierno para ver si encuentran algo de trabajo o alguna cosa que llevarse a la boca. Las pasan muy putas y ocurren dos cosas muy importantes. Primero, Agnes muere de parto en mitad del bosque y Tom, desesperado, decide abandonar al bebé, que más tarde es recogido por un sacerdote que pasaba por allí. Segundo, Tom conoce a Ellen, una proscrita muy extraña, completamente adaptada a la supervivencia en el bosque, con fama de bruja, mucho carácter y un hijo pelirrojo un poco raro que se llama Jack. Tom y Ellen se enamoran en un lapso de tiempo que hoy consideraríamos breve, por decirlo suave, juntan a las dos familias y se van otra vez a recorrer los caminos a ver si Tom encuentra curro y, de paso, puede construir una catedral. Alfred y Jack no se llevan demasiado bien como hermanastros, por cierto.


Ahora toca hablar de la nobleza y los caballeros. En concreto de Bartholomew, el conde de Shiring, padre de Aliena y Richard, dos críos al principio de la novela. Bueno, Aliena es adolescente y, como había dicho antes, rechaza a William Hamleigh porque no le gusta. El conde Bartholomew, que es un hombre muy respetado y poderoso pero quiere mucho a su hija, le dice que OK (en aquella época los matrimonios los concertaban los padres sí o sí, así que Bartholomew, además de un conde poderoso, es un hippie). Pero entonces William también descubre que Bartholomew va a participar en la rebelión de la emperatriz Maud y Robert de Gloucester contra el rey Stephen. Así que, despechado y humillado, decide tomar ventaja y vengarse. Junto con su padre Percy Hamleigh y otros caballeros, asalta el castillo de Shiring, de manera que Percy y su esposa Regan (madre de William y más mala que la sífilis) se hacen dueños del condado, concedido por el rey en agradecimiento a sus servicios. William consigue así por las armas lo que no había podido conseguir por la vía matrimonial: pertenecer a la alta nobleza. Bartholomew es, pues, apresado, y sus hijos Aliena y Richard, caídos en desgracia, se tendrán que buscar la vida padeciendo lo indecible; como, por ejemplo, que William viole a Aliena y mutile a Richard. Por cierto, Tom Builder y su familia extendida están también presentes durante la toma del castillo de Shiring, pues creían que allí encontrarían trabajo, pero tras el asalto se tendrán que ir de nuevo con una mano delante y otra detrás... aunque en esa breve estancia en Shiring, Jack, que es solo un niño, se enamora platónicamente de Aliena, a la que ve como una princesa de cuento.


Por último, es el turno del clero y, por fin, de la catedral. El sacerdote que había recogido al niño en el bosque (el hijo que Tom había abandonado) se llama Francis y es el hermano del monje Phillip de Gwynedd, que dirige un monasterio/celda en medio del bosque. Ambos son galeses. A Phillip su hermano le entrega dos cosas: el bebé, que Phillip decide dejar a cargo del resto de monjes, y el rumor sobre la rebelión contra el rey Stephen (Francis se entera porque es un sacerdote urbanita que está muy al loro de lo que ocurre en las altas esferas). Phillip es un tipo muy estricto y beato, pero también es generoso y compasivo, y ve con malos ojos los vicios de la Iglesia, así que allá donde va se enfrenta a la corrupción y la molicie, y trata siempre de poner orden. El caso es que, nada más enterarse de la noticia de la rebelión y del peligro que corre la Iglesia (Stephen es partidario del poder eclesiástico mientras que Maud no tanto) va a informar a su superior, el obispo de Shiring, cuyo castillo está pasando por Kingsbridge, priorato al que pertenece su celda del bosque. Pero en el castillo del obispo Phillip solo encuentra al arcediano Waleran Bigod, un puto cabrón que aspira a mover los hilos que hagan falta para llegar a ser obispo, luego arzobispo y lo que vaya surgiendo. Phillip informa a Waleran de la movida y este empieza a hacer sus cálculos. Entre otras cosas, le dice que él se encargará de informar al rey y se compromete a nombrar a Phillip prior de la iglesia de Kingsbridge para que pueda poner orden allí, que está hecha un asco y con todos los monjes tocándose los huevos, a cambio de que Phillip le apoye a él como nuevo obispo. Phillip, sin fiarse del todo, acepta de forma muy inocente y acaba siendo nombrado prior de Kingsbridge, y Waleran obispo de Shiring.


La movida es que, una vez que Phillip es nombrado prior, todo mejora en Kingsbridge. Los monjes se ponen a currar, el pueblo empieza a prosperar y la gente se va estableciendo poco a poco. Aliena y Richard aparecen por allí y, tras muchas penurias y la providencial ayuda de Phillip, Aliena comienza a ganar algo de dinero en el mercado de lana local. También la familia de Tom acaba recalando en Kingsbridge para ver si pueden trabajar en la reparación de la iglesia, que está medio derruida. Al principio Phillip les dice que no, que el priorato no tiene dinero para reparaciones, pero un fortuito incendio de la iglesia hará que reconsidere su postura y comience una estrecha colaboración con Tom para reconstruirla. Sin embargo, Tom no se conformará con una simple iglesia; quiere una catedral. Y el pelirrojo y rebelde Jack, que está fascinado por el trabajo de Tom, también.


El último elemento que unirá todas estas historias y disparará el gran conflicto de la trama es la reunión en Winchester (antigua capital de Inglaterra) entre los Hamleigh, Waleran, Phillip, el obispo de Winchester y el rey Stephen, en la que se tratará el reparto de las tierras de Shiring y el permiso para la construcción de la catedral. El rey les debe a Waleran y a Phillip el haber alertado de la conspiración (lo que no evitará la guerra, pero le servirá para prepararse), y a los Hamleigh el haber tomado Shiring y arrestado a Bartholomew. Los Hamleigh, a cambio, quieren el título y todas las tierras del condado de Shiring; Waleran está de acuerdo y quiere que le hagan obispo; y Phillip solo quiere la catedral, o al menos reconstruir la iglesia, pero sobre todo quiere los recursos para poder hacerlo, porque Kingsbridge es un poblacho pobre, así que pide la cantera de Shiring. Al final, Phillip consigue que el rey Stephen opte por una solución salomónica: concede todas las tierras a los Hamleigh pero el derecho de explotación de la cantera al priorato de Kingsbridge. Es en ese punto en el que Phillip se gana la eterna enemistad de Waleran, que tenía pensado en secreto utilizar esa cantera para construirse su propio palacio de obispo y continuar su carrera hasta el papado.


Todas estas historias se van mezclando cronológicamente y tienen lugar al principio de la novela, pero es a partir de aquí desde donde se prefiguran los dos grandes bandos en conflicto.


Por un lado, los personajes que luchan por construir la catedral, entre los que destacan el prior Phillip, principal valedor del proyecto, civilizador de Kingsbridge y el personaje que sirve de hilo conductor a toda la novela; Aliena, que pasa de la miseria absoluta a convertirse en una próspera comerciante de lana y una de las personalidades más importantes de Kingsbridge, aportando recursos muy valiosos para las obras de la catedral gracias a un acuerdo con Phillip; y Jack, que con los años se descubre como un genio incontrolable, brillantísimo, inteligente, lleno de ideas, y que acabará sustituyendo a Tom como maestro constructor, introduciendo un nuevo estilo arquitectónico en Inglaterra. Es un personaje lleno de sorpresas que, junto con Aliena, protagonizará una historia de amor muy épica.


Los antagonistas son, obviamente, los que se oponen a la construcción de la catedral, principalmente el obispo Waleran y William Hamleigh. Waleran es un personaje ciego de ambición, sumamente inteligente y maquiavélico, que utilizará para sus fines a William, un ser brutal y acomplejado, que vive bajo el permanente miedo a las burlas de los demás, al infierno y a su propia madre, que pasa toda su vida resentido contra Aliena, y que solo disfruta haciendo daño, matando, violando y destruyendo. Además, estos dos personajes no se soportan entre sí: Waleran desprecia la brutalidad salvaje de William y su cortedad de miras, y lo utiliza como mero instrumento; por su parte William desprecia la inteligencia y el "afeminamiento" de Waleran, y siempre sospecha, con razón, que le está utilizando.


Resumido ya todo esto, quien quiera saber más, que se pille el libro y se ponga a leer, que hay muchas subtramas y un porrón de personajes, muchos más que los aquí mencionados, y yo ya he contado demasiado...


Los Pilares de la Tierra es una novela sobre la construcción de una catedral gótica. Pero también es mucho más que eso: intrigas palaciegas, luchas políticas dentro de la Iglesia, asedios, batallas (muchas), proscritos, juglares, caballeros, nobles, maestros constructores, artesanos, prestamistas judíos, comerciantes, canteros luchando contra soldados a caballo, secretos familiares, una historia de amor imposible, y hasta un peregrinaje a Santiago de Compostela. Lo tiene todo. Los Pilares de la Tierra es la Edad Media en estado puro, y no es de extrañar que esta novela histórica haya tenido tanto éxito mucho más allá de las fronteras de Inglaterra.


Creo que son dos los atractivos fundamentales de la novela:


El primero es la ambientación histórica. Como decía al principio, la trama está completamente entrelazada con elementos reales. Desde personajes reales como el rey Stephen, la emperatriz Maud, Robert de Gloucester o el obispo de Winchester Henry de Blois, hasta acontecimientos fundamentales de la historia de Inglaterra como el naufragio del White Ship en el Canal de la Mancha, la batalla de Lincoln (en la que Stephen es apresado) o el asesinato del arzobispo Thomas Becket (otro personaje real). Ken Follett hace un repaso de toda la sociedad de la época, mostrándonos como vivían y se relacionaban entre sí los distintos estratos sociales, sus costumbres y sus modos de vida. Y, por supuesto, el libro contiene descripciones detalladas de la catedral y de su proceso de construcción. La labor de documentación del autor tuvo que ser titánica, sobre todo teniendo en cuenta que él no era escritor de novela histórica por aquel entonces, pero parece ser que le pudo la pasión, pues decidió escribir esta historia fascinado por catedral de Salisbury y el estudio de su construcción. En todo caso, es importante aclarar también que Kingsbridge es una localización ficticia. Existe en Inglaterra una Kingsbridge real pero no se corresponde con la de la novela. Algo así como el Springfield de los Simpson.


El segundo atractivo de la novela, es simple pero efectivo, y muy propio del best seller: los malos son muy malos y los buenos son muy buenos. Sí, es simple, pero eso hace también a una novela como esta una obra muy absorbente y que mueve al lector a tomar partido de manera muy fácil. Lo genial es que, a pesar de esa simplificación, los personajes, tanto los buenos como los malos, no son nada planos, tienen carácteres muy marcados y desarrollos muy complejos. Todos tienen una causa, una meta por la que luchar, y eso les hace fuertes y vulnerables a la vez, es decir, interesantes.


En fin, que son más de mil páginas, de acuerdo. Pero más de mil páginas en las que no sobra absolutamente nada.


Para acabar, solo mencionar que Follett escribió posteriormente dos continuaciones ambientadas en épocas distintas y con personajes que descienden de los protagonistas de Los Pilares de la Tierra. Las dos obras que completan la trilogía serían: Un mundo sin fin, publicada en 2007 y ambientada unos doscientos años después de la primera novela, en la época de la peste negra; y Una columna de fuego, publicada en 2017 y ambientada en las guerras de religión del siglo XVI. Las tramas de ambas novelas se desarrollan también en la localidad ficticia de Kingsbridge. No obstante, no es necesario leer la trilogía entera para disfrutar Los Pilares de la Tierra ya que esta es en origen una obra autoconclusiva. Así que, ya sabéis... ¡leed, malditos!


Catedral de Salisbury, hoy día - De Antony McCallum: Who is the uploader, photographer, full copyright owner and proprietor of WyrdLight.com - https://www.wyrdlight.com Author: Antony McCallum, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=48172236


Batalla de Lincoln, 2 de febrero de 1141 - The British Library Catalogue of Illuminated Manuscripts, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9059427

65 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Pánico

bottom of page