El nombre de la rosa, de Umberto Eco
Actualizado: 22 abr 2021

Hoy os traigo El nombre de la rosa, de Umberto Eco, novela histórica y de misterio publicada en 1980 y que ya es un clásico entre clásicos.
La historia la narra Adso de Melk, un fraile benedictino que, siendo ya anciano, da cuenta de los hechos que ocurrieron en su juventud, en el año 1327, en una recóndita abadía benedictina en lo alto de una montaña del norte de Italia. Resulta que Adso, siendo un jovencísimo novicio, acude a esa abadía para acompañar a su maestro, el franciscano Guillermo de Baskerville, quien debe participar en un encuentro entre los delegados del Papa y los representantes de la rama franciscana de los espirituales, cuya doctrina sobre la pobreza de Cristo (y por tanto de la Iglesia) se pretende juzgar como herejía. Al principio Adso no sabe que este encuentro, que tendrá una importancia fundamental en la novela, es el motivo real del viaje a la abadía.
La movida es que, nada más llegar, Guillermo de Baskerville es informado por el abad de que uno de los monjes, Adelmo, fue hallado muerto entre las rocas bajo una de las torres de la abadía, desde donde supuestamente cayó. El abad cree que puede ser un asesinato y autoriza a Guillermo a investigar el hecho y acceder a todos los rincones de la abadía excepto a la biblioteca, donde solo puede entrar Malaquías, el bibliotecario.
Guillermo, que en su día fue inquisidor y acabó dejando el oficio por problemas con la autoridad y sus procedimientos, se lanza a investigar cual Sherlock Holmes, guiándose solo por su razón y los hechos (dato friki: Eco puso el nombre de este personaje en honor a la novela El sabueso de los Baskerville, escrita por A.C. Doyle y cuyo personaje protagonista es Sherlock Holmes). Lo primero que llama la atención de Guillermo, y lo que más le incomoda, es el secretismo de los monjes con respecto a la biblioteca y la imposibilidad de acceder a ella. Pronto tienen lugar más muertes y la investigación de Guillermo le lleva hasta el Scriptorium, la sala donde los monjes traducen y copian a mano los libros que Malaquías saca de la biblioteca. Después de varias visitas al Scriptorium, de haber interrogado a distintos monjes y de un encontronazo con el oscurantista y poco amigable Jorge de Burgos, Guillermo descubre que las muertes pueden estar relacionadas con un libro en concreto escrito en griego.
Guillermo y Adso se cuelan entonces de extranjis en la biblioteca y descubren que ésta tiene la estructura de un laberinto inmenso y muy complicado, donde es fácil perderse y en el que encuentran espejos deformantes y un extraño humo que provoca alucinaciones en Adso. Consiguen encontrar la salida y Guillermo continúa con sus investigaciones entre unos monjes cada vez más nerviosos, que creen que las muertes en la abadía anuncian el apocalipsis y dicen ver luces por las noches en las ventanas de la biblioteca.
A todo esto, llega la delegación papal y tiene lugar el encuentro para dirimir si los franciscanos espirituales deben ser considerados herejes, pero el debate es interrumpido por una nueva muerte, y surge entonces el enfrentamiento con el fanático inquisidor Bernardo Gui, que acusa de las muertes a la presunta brujería practicada por los monjes Remigio y Salvatore, antiguos miembros de la secta dulcinista, partidarios de la pobreza de la Iglesia y del uso de la violencia contra los poderosos. Al bueno de Guillermo no se le puede poner más jodido para averiguar quién es el asesino, pero si queréis saber cómo consigue resolverlo, os leéis el libro. Lo primero que quiero remarcar del la novela de Eco es que contiene una gran profundidad política y filosófica que va mucho más allá de la trama de tipo policíaco. El libro incluye muchos pasajes en los que se reflexiona sobre las distintas sectas y órdenes religiosas de la Iglesia católica, pero también sobre la riqueza y la pobreza, la historia, la violencia, el conocimiento, y hasta el arte y la arquitectura. Creo que de fondo hay dos grandes temas que Eco quiere mostrar. Por un lado, el clásico conflicto entre izquierda y derecha, entre los partidarios de la igualdad y los de la desigualdad, entre los que quieren distribuir la riqueza, el conocimiento y el poder, y quienes consideran que esa distribución no es legítima. Esto se ve claramente en el enfrentamiento entre los delegados papales y los franciscanos. El otro gran tema o conflicto, y creo que es el principal, es el de la razón contra el fanatismo y la ignorancia, encarnados estos últimos en Bernardo Gui pero también en los dulcinistas. Frente a ellos se mantiene inamovible Guillermo de Baskerville, arquetipo del hombre de ciencia que se sitúa por encima de las luchas políticas, aunque pueda tener sus simpatías. Para mí, él es lo mejor de la novela. Tiene una visión de conjunto al mismo tiempo que atiende a los más mínimos detalles que otros ignoran. Y lo hace porque para él solo importan los hechos y no la fe (ideología). Su fe solo son principios muy básicos que actúan como guía moral, pero nunca como guía de investigación. Su simpatía por los franciscanos espirituales no le impide ignorar sus demandas y centrarse en buscar las evidencias que el caso necesita. Tampoco cede al miedo ni a las amenazas de Bernardo Gui, y ni siquiera transige con sus propias preconcepciones, que abandona cuando los hechos le demuestran que está equivocado (al principio de la historia cree que la muerte de Adelmo es un suicidio pero luego abandona esta hipótesis). Un puto amo, vamos. En tiempos de continua exaltación emocional, leer sobre un tipo así es como leer sobre un superhéroe.
Y por último, la gran pregunta. ¿Por qué ese título? ¿Qué tiene que ver con el libro? Absolutamente nada. Umberto Eco lo justificó por una frase que dice Adso al final de la novela, que es tremendamente ambigua y puede referirse a un montón de cosas diferentes. Al parecer Eco se tomó muy en serio eso de que el título no debe desvelar nada de la trama de la novela... y se pasó de rosca. El libro podría llamarse Boquerones en vinagre y daría lo puto mismo.
En cuanto a referencias, se hizo una adaptación al cine en 1986 de la mano de Jean-Jacques Annaud y con Sean Connery en el papel de Guillermo de Baskerville y Christian Slater en el de Adso de Melk. La peli tiene notables diferencias con el libro y se centra en la trama policíaca, pasando muy por encima de todo lo demás, pero me parece una joya a pesar de todo. Hay otras diferencias importantes: en la película la abadía es más siniestra, y la fotografía y ambientación hacen que parezca una película de terror, mientras que en el libro se describe una abadía lujosa, bella y con espléndidos jardines. El laberinto es mucho más complejo e importante en la novela que en la peli. Y el affaire entre Adso y la chica es casi irrelevante en el libro. Concesiones comerciales del cine, como siempre. Os dejo el trailer oficial de la peli (en inglés y sin subtítulos, no lo he encontrado de otra manera, sorry).
Y os dejo también la canción Sign Of The Cross, de Iron Maiden, publicada en el disco The X Factor, en 1995. La letra está basada vagamente en la novela, pero está bastante bien como homenaje.